- Claro, no hay problema, supongo.
La conversación resultaba interrumpida una y otra vez por llamadas de teléfono, o visitas casi repetitivas de su secretaria personal, la cual enfundada en un mini traje, y sus labios perféctamente pintados, preguntaba una y otra vez si le pasaba a la visita. Llamadas, le atiende "Recupera tu vida", qué desea?".
- Perdone, dice que supone, ya. Le comunico que tenemos denuncias de clientes que alegan haber sido sometidos a un proceso de reinicio memorístico en contra de sus verdadera voluntad, alegaron haber sufrido depresiones o cuadros de estres y no ser responsables de sus decisiones... entre otras cosas.
- Entre otras cosas... ya. Y fue asi? Fue en contra de su voluntad? Es facil aprovecharse de alguien en esas circunstancias.
- Nunca es así, no vamos a buscar a la gente que desea olvidar a su casa. Aunque creame, no sería dificil, a dedo podría decir quien desearía partir de cero en este mismo momento. Tampoco vendemos como si se tratase de libros, tenemos especialistas. Contamos con un gran equipo de psiquiatras y psicólogos. Es más, el 70% de los que acuden en busca de un proceso de reinicio memorístico, acaban siendo tratados por nuestros psicólogos y no reciben el tratamiento que en un momento determinado, creen necesitar.
-La gente necesita responsables. Usted cree que yo lo deseo?
Otra vez esa inoportuna secretaria, esta vez es algo más importante, es la hora del café. Mi conversación queda de lado un momento más. Lo importante, es lo importante.
- Perdona, la gente no sabe lo que necesita, ni lo quiere saber... No quieren responsables, quieren culpables a los que hacer cargar con la culpa. Usted... creo que si, pero temo que no funcione. Desconfia de nuestras técnicas.
- No, desconfio de lo que pasará después. Ustedes me ofrecen la oportunidad de olvidar, pero y si me reencuentro con lo que deseo olvidar...?
-Nosotros aseguramos una limpieza de recuerdos, de vivencias pasadas, únicamente. Librarse de todo aquello que le impide seguir evolucionando por pánico a romper los vinculos creados anteriormente. No asimila el paso del tiempo, ni las muertes, ni mucho menos la transformación de los sentimientos, la muerte del amor a manos de la pasión... No asimila la vida. Y nosotros tenemos los medios y la ocasión, de vestirnos con la toga blanca y jugar a ser Dios. Seleccionar.
- Y si me arrepiento?
-Usted cree que eso es una pregunta con sentido? Podría decirle que le devolvemos el dinero, pero no se acordaría de habernos pagado. Qué quiere que le diga? Esto no se trata de un corte de pelo, ni de una compra alocada de un vestido caro, esto es otra cosa.
Acaso insinua que una compra de un vestido caro es una decisión facil? No sabe de lo que habla, si cierro los ojos puedo escuchar el rutar de las señoras, nadando en su mar de indecisión. Parecer delgada VS Parecer una fulana. Ella cree necesitar verse delgada, pero sabe que su marido la prefiere un poco ligera. Por eso de marcar el territorio y presumir de trofeos.
- Ya lo se, pero quiero decir, tendría vuelta atrás?
-En absoluto. Está usted loca? Eso le mataría.
- No lo se...
- Eso quiero.
- Haga el favor de abandonar la sala ahora mismo. Estamos perdiendo el tiempo.
- Por qué?
- Esto no es una broma. En su momento no encontramos apenas casos que quisieran solucionarlo, pero este sistema, inicialmente utilizado por gente relacionada con el ámbito criminal, incluso familias de personal anteriormente tratado como criminal, pidieron borrar esos recuerdos, para poder tratarle con normalidad. Inicialmente utilizado únicamnte para eso, pasó a ser la comidilla de todo el mundo. "Olvidar lo malo", "Que chollo". Toda esa gente que había sufrido un millón de desengaños amorosos acudió a nosotros, y al encontrarse en plenas facultades y pasar las pruebas de nuestro equipo, fueron sometidos a un lavado de memoria. Pero quisieron volver a recordar. Llevamos a cabo una reestructuración del sistema en aproximadamente 150 personas.
- Y qué pasó?
- Enloquecieron, entraron a formar parte de un estudio de investigación basado en la capacidad de asimilar de la mente humana. Y ha sido fráncamente horrible. Desear olvidar algo, puede ser producido por un conjunto de reacciones químicas, para que me entiendas, el amor y todo ese ideal romántico, no forma parte más que de un entramado de reacciones químicas entre endorfinas y cambios hormonales. Se crea una dependencia que una vez es controlada por nosotros, es considerado amor, cuando da la vuelta, es obsesión. Y esa obsesión, traducida podría entenderse como una adicción, un gran sindrome de abstinencia de la persona amada. Esas personas eran perfectamente capaces de reorganizar su organismo y dejar de sentirse morir por esa ausencia. Pero no se veían capaces, y no creían poder llegar a serlo. Por eso acudieron. Pero era débiles, no se dieron cuenta de que el proceso inverso, sería mucho menos soportable.
Todo aquello que decái resultaba interesante, y me asustaba... aunque no creible, mientras me contaba aquello pasaba de página sistemáticamente a ese periódico, dudo que leyese algo más que los titulares deportivos y los anuncios de fiestas de alto nivel en la noche. Ni siquiera me miraba para comprobar si estaba alli. A modo de delirio paranoico, me imaginé escurriendome como una lagartija y escapando de aquel despacho, y observando tras la ventana que sigue pasando página y removiendo el café, y hablando, como si de una grabadora se tratara...
- No lo entiendo. Querían olvidar, olvidaron, y la vida les hizo arrepentirse, qué tiene de malo?
- Creo que estás en la fase de deficiencia de endorfinas. Deberia medicarse a los enamorados. Mira, cuando uno sufre un desamor, cree que no hay nada peor, que es insuperable. Pero si la vida, una vez habiendo llevado a cabo un proceso exacto como la restauración de la memoria, hace que esa persona se adueñe de tus recuerdos de nuevo, y entras en razón, el proceso de vuelta atrás. Es insoportable. Asimilar que has jugado a ser un Frankestein, que te has cargado de tu mente a la persona amada. Te hace verte como un monstruo. Eso no se asimila nunca. Eso quieres?
- Creo que se me hace tarde. Hablamos en otra ocasión.
Ni siquiera se despidió, antes de salir dijo mi nombre. Eso me llamó la atención, me di la vuelta, pero tan solo quería que cerrase la puerta al salir, había corriente.
(...)
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