domingo, julio 6

"Superviviente" Chuck Palahnik.

Es mucho, pero tenía que pegar aquí, lo que considero el mejor capítulo del libro.


Chuck es un genio.


Y ya está.












Capítulo 28


"Después de los primeros cincuenta tramos de escalera, no retengo el aliento lo suficiente para que me sirva de nada. Mis pies se mueven por detrás de mi. Mi corazón salta contra las costillas. Tengo la lengua y la boca pastosa y repegada con saliva seca.


Me encuentro en una de esas máquinas de subir escaleras que mi agente ha mandado instalar. Trepo y trepo sin parar y nunca me alejo del suelo. Estoy encerrado en la habitación de mi hotel. Éste es el equivalente sudoroso y bajo techado en nuestros tiempos de las experiencias místicas de los indios, la única misión visionaria que somos capaces de incluir en nuestra agenda diaria.


Es nuestro Stairmaster to Heaven. Alrededor del piso sesenta, el sudor se extiende por mi camiseta y llega hasta las rodillas. Me noto el forro de los pulmones igual que si le hubiese puesto medias de nailon a una escalera de mano; tirante, dados de sí, rasgados. Un punzamiento. En los pulmones. Me noto los pulmones como una rueda antes de explotar. Las orejas las tengo como cuando con el secador de pelo o el radiador quemas una capa de polvo.


Lo que hago lo hago porque mi agente dice que me sobran quince kilos para hacerme famoso. Si piensas en tu cuerpo como en un templo, verás que las reparaciones pendientes se van acumulando. Si el cuerpo es un templo, el mío hay que restaurarlo.


No sé, tendría que haber visto venir todo esto. De igual modo que cada generación reinventa a Jesucristo, mi agente me da un repaso por completo. Mi agente dice que nadie adorará a nadie que tenga un rollo de grasa en la cintura como el mío. En los tiempos que corren, la gente no llena estadios para que les predique alguien que no sea hermoso.


Por eso voy de camino a ninguna parte a un ritmo de setecientas calorías por horas. Hacia el piso ochenta, me noto la vejiga incrustada entre las piernas. Sabeis cuando cubris algo con celofan en el microondas y el vapor os abrasa los dedos en menos de nada? Mi aliento es igual de caliente.


Subes y subes y subes, y no vas a ninguna parte. Es la ilusión del progreso. Tú salvación es lo que decidas creer.


Lo que la gente olvida es que el viaje a ninguna parte empieza también con un simple paso.


No es como si el gran espíritu del coyote se te apareciese, pero hacia el piso ochenta las ideas inconexas que genera el ozon se te quedan grabadas. Tonterías que el agente te ha estado contando empiezan a encajar. Es la misma sensación que cuando friegas entre nubes de amoniaco puro, que cuando rascas la piel de pollo de la parrilla, es lo mismo que todas las chorradas de este mundo, el café descafeinado, la cerveza sin alcohol, los Stairmaster, todo tiene sentido, no porque seas más listo, sino porque la parte inteligente de tu cerebro está de vacaciones.


Es esa especie de sabiduria de pega. Es una revelación semejante a la comida china, sabes que pasados diez minutos lo habrás olvidado todo. Sabeis esas bolsitas transparentes de cacahuetes tostados con miel que te dan en losa viones en vez de una comida de verdad? Así de pequeños me noto los pulmones.


A los ochenta y cinco pisos, el aire se enrarece. Los brazos se hunden, las piernas se derriten a cada paso. En ese instante, tus reflexiones son muy profundas.


Nuevos puntos de vista aparecen de la nada, como las burbujitas que se forman en la olla antes de que el agua hierva. Hacia el piso noventa, todo pensamiento es una epifanía. Los paradigmas se disuelven a diestro y siniestro. Las cosas más corrientes se convierten en poderosas metáforas.


El significado oculto de las cosas se hace evidente delante de tus narices.


Y es todo tan significativo...


Es todo tan profundo...


Tan real...


Todo lo que me ha estado contando mi agente es de lo más sensato. Por ejemplo, si Jesús hubiese muerto en la carcel, sin que nadie le viese y sin nadie allí para plañir o torturarle, nos hubiésemos redimido?


Mejorando lo presente.


Según mi agente, el principal factor para hacerse santo es la cantidad de atención recibida de los medios de comunicación.


Hacie el piso cien, todo se aclara. Todo el universo, y no lo digo sólo porque esté hasta arriba de endorginas. Pasado el piso cien, se entra en un estado místico.


De igual manera que si un arbol cae en el bosque y no hay nadie para oirlo, si no hubiese habido nadie presente en la agonia de Cristo, nos habríamos redimido?


La clave de la salvación es la atención que te prestan. El grado de popularidad. Los porcentajes de audiencias. La presencia en pantalla. El grado de reconocimiento de tu nombre. El seguimiento de la prensa.


Todo el follón.


Hacia el piso cien, el sudor te separa el pelo. La aburrida mecanica del funcionamiento de tu cuerpo se hace evidente; los pulmones absorven aire para meterlo en la sangre, el corazon bombea la sangre a los musculos, los tendones se acortan, se encogen para que se levanten las piernas, los cuádriceps se contraen para adelantar las rodillas. La sangre transporta aire y alimento que serán consumidos en el mitonosecuantos que hay dentro de cada célula.


El esqueleto esta para que los tejidos no se arrastren por el suelo. El sudor está para mantenernos frescos. Las relevaciones me llegan de todas partes. Hacie el piso ciento cinco, no puedes creer que seas esclavo de tu cuerpo, de ese bebé grandón. Tienes que alimentarlo y acostarlo, llevarlo al baño. Te resulta increible que no se haya inventado algo mejor. Algo que no sea tan precario. Algo que no absorba tanto tiempo.


Te das cuenta de que la gente toma drogas porque es la unica aventura personal que les queda en este mundo suyo de propiedad inmobiliaria, prisas, ley y orden.


Sólo con las drogas o con la muerte veremos algo nuevo, y la muerte es demasiado dominante.


Te das cuenta de qu eno vale la pena hacer nada si no va a haber nadie que lo vea.


Empiezas a preguntarte: si la recaudacion en taquilla de la crucifixion hubiese sido mediocre, la hubieran pospuesto? Te das cuenta de qu eel agente tenía razón. Nunca has visto un crucifijo en el que Jesús no estuviese casi desnudo, nunca has visto a un Jesus gordo. O un Jesús con pelo en el cuerpo. En cada crucifijo que hayas podido ver, el Jesús que sale podría hacer anuncios de vaqueros, o colonia para hombres.


La vida es exactamente como me ha dicho mi agente. Te das cuenta de que si no hay nadie mirando, más vale quedarse en casa y cascársela o ver la tele pública.


Hacia el piso ciento diez es cuando te das cuenta de que si no sales en video, o mejor aun, si no te retransmiten via satélite a todo el mundo es que no existes.


Eres ese arbol que cae en el bosque sin que a nadie le importe un carajo.


Tanto da que hagas cualquier cosa, si nadie se da cuenta, tu vida será un rotundo cero.


Nada.



De nada.



Falsas o no, éstas son las grandes verdades que me hormiguean por dentro.


Te das cuenta de que la desconfianza hacia el futuro dificulta que renunciemos al pasado. No podemos renunciar al concepto de quienes fuimos. Todos esos adultos que juegan a arqueologos en los rastrillos y buscan artefactos de su infancia, juegos de tablero, el palé, enredos, están aterrados. Cualquier trasto pasa a ser una reliquia sagrada.


El disco chino, el hula hop, esa manía que tenemos de ponernos nostálgicos con lo que tiramos a la basura es porque tenemos miedo a evolucionar. A crecer, a cambiar, a perder peso, a reinventarnos a nosotros mismos, a adaptarnos.


Eso es lo que me grita mi agente mientras subo escaleras. Me chilla: Adaptate!!!



Todo se acelera, excepto yo y mi sudoroso cuerpo, mis movimientos intestinales y mi vello corporal. Mis lunares y mis uñas de los pies amarillentas. Y me doy cuenta de que tengo que cargar con mi cuerpo, y de que se está cayendo a cachos. La espina me la noto de acero al rojo. Mis brazos se balancean a ambos lados de mi torso, finos y mojados.


Puesto que el cambio es constante, empiezas a pensar si la gente desea la muerte porque es la unica manera de acabar con algo de verdad. El agente me grita que no importa el buen aspecto que tenga: el cuerpo es lo que se lleva puesto para recoger el premio de la academia.


La mano está para alzar el premio Nobel.


Si tienes labios son para echarle un beso a la presentadora.


Y ya puestos, mejor tener buena pinta.


Es hacia el piso ciento veinte cuando te entra la risa.


De todas maneras, te vas a quedar sin el, sin tu cuerpo. Ya lo estás perdiendo, es hora de jugárselo todo.


Por eso, cuando el agente te viene con esteroides anabolizanetes, le dices que si. Le dices que si a las sesiones intensivas de rayos UVA. Electrolisis? Si. Ortodoncia? Si. Dermabrasión? Si. Descamado químico? Según mi agente, el secreto para hacerse famoso es no dejar de decir sí a todo."

8 comentarios:

someirah dijo...

Qué gran libro...

Utopía dijo...

Pues si.

someirah dijo...

Y qué mal conservado está XD

Utopía dijo...

Es un libro con solera. Casi tiene más historia en su papel, en sus tapas, que en lo que cuenta...

Anonymous dijo...

Están de puta madre los libros de este tipo. Tiene un estilazo soberbio. He oido que hacen pelicula de Choke, habrá que verla.

Un beso ratona y a ver si te animas un poco. ;*

Utopía dijo...

Danielo, firma anda. Que aunque no tenga muchos seguidores, puedo despistarme...

Si, hacen peli si. Yo no lo leí, así que a ver si lo encuentro y me lo leo.

Un poco no, un mucho.


Un beso.

someirah dijo...

Ya está hecha, el trailer lo tenéis en http://www.apple.com/trailers/fox_searchlight/choke/

Desgraciadamente la película de Survivor sigue paralizada desde lo del 11S, una lástima, sobre todo cuando se rumoreaba que Chris Cunningham la iba a dirigir.

descendente dijo...

Chuck es un gran tipo aunque en realidad no lo conozco, pero ha hecho buenos libros y ya es un icono en si mismo... Su problema, para mi, reside en que se repite un poco, la temática cambia en cada nueva historia pero los personajes son parecidos; solo me he leído un par de libros de él (el club de la lucha y asfixia...este precisamente no :)) y tengo otro esperándome a que le de un empujón (Nana). En mi opinión el amigo Chuck es de la estela de los Bukowskis, Henry Millers and Cia. solo que Bukowski era mejor, y no por nada, es que Hank era el mejor y ya está.
Martin Amis tb mola, pero se me hace bola siempre...

un saludo! :)