jueves, marzo 20

Educar para construir un sueño


En tiempos como estos, en los que no existe vía de escape más que la de soñar. Días en los que amanece tarde y anochece antes de tiempo. En este tiempo que vivimos, en donde muchos morimos de rabia y porque no, de pena, al ver lo que se está haciendo y sobre todo, lo que no se está haciendo.
Días en donde los valores fundamentales han sido tapados por los "saber estar" "sálvese quien pueda" y los "políticamente correcto". Momentos en donde se castiga y culpa al perro por morder la mano al amo que le castiga pero alimenta.
Días en los que el libre pensamiento queda anulado por completo, y no por ninguna opresión externa, sino por algo que han ido instaurando, una especie de semilla que han ido plantando poco a poco en el mundo, en cada una de las personas que forman este circo, y ahora es cuando está dando su fruto.
Es fustrante ver como todo se va a la mierda y a nadie parece importarle. Intentan evitar a toda costa que pensemos de forma independiente. Nos llenan la cabeza, y el tiempo libre, con cosas de las que hablar, que a ellos les interesa. Pero que realmente a casi nadie de nosotros nos importa lo más mínimo, pero no somos capaces de verlo.
Es un problema base, ahora obtienen resultados, se frotan las manos y se llenan los bolsillos. No nos enseñaron a pensar, ni a hablar, ni a decidir. Tan sólo nos adoctrinaron para conformarnos, e incluso a sentirnos orgullosos de ello, unicamente escuchar y asentir con la cabeza.
En tiempos como los que corre, que parece inutil todo esfuerzo, y que mire donde mire, en ocasiones de debilidad, desearía salir corriendo. Recuerdo esas caras curiosas deseosas de saber, de querer saber, y de saber querer. Recuerdo el único motivo que me ata a este mundo incoherente. Y me llena de fuerza. Recuerdo de donde vengo, y sobre todo, a donde quiero ir.