miércoles, diciembre 19

Reiniciar.

Puede pagarlo a plazo fijo. Nuestras asesoras se encargaran de iniciar el papeleo. Pero ha de comprender, que esto deberá ser grabado y presenciado por un notario y varios testigos, además deberás fimar para asegurarnos el pago aun contra su voluntad. Tenemos la necesidad de asegurarnos de que se cumplirá su palabra.

- Claro, no hay problema, supongo.

- Le comunico que tenemos denuncias de clientes que alegan haber sido sometidos a un proceso de reinicio memorístico en contra de sus verdadera voluntad, alegaron haber sufrido depresiones o cuadros de estres y no ser responsables de sus decisiones... entre otras cosas.

- ¿Y fue asi?

- Nunca es así, no vamos a buscar a la gente que desea olvidar a su casa. Aunque creame, no sería dificil, a dedo podría decir quien desearía partir de cero en este mismo momento. Tampoco vendemos como si se tratase de libros, tenemos especialistas. Contamos con un gran equipo de psiquiatras y psicólogos. Es más, el 70% de los que acuden en busca de un proceso de reinicio memorístico, acaban siendo tratados por nuestros psicólogos y no reciben el tratamiento que en un momento determinado, creen necesitar.

-¿Usted cree que yo lo deseo?

-Creo que si, pero temo que no funcione. Desconfia de nuestras técnicas.

- No, desconfio de lo que pasará después.

-Nosotros aseguramos una limpieza de recuerdos, de vivencias pasadas, únicamente. Librarse de todo aquello que le impide seguir evolucionando por pánico a romper los vinculos creados anteriormente. No asimila el paso del tiempo, ni las muertes, ni mucho menos la transformación de los sentimientos, la muerte del amor a manos de la pasión... No asimila la vida. Y nosotros tenemos los medios y la ocasión, de vestirnos con la toga blanca y jugar a ser Dios. Seleccionar.

- ¿Y si me arrepiento?

-¿Usted cree que eso es una pregunta con sentido? Podría decirle que le devolvemos el dinero, pero no se acordaría de habernos pagado. ¿ Qué quiere que le diga? Esto no se trata de un corte de pelo, ni de una compra alocada.

- Ya lo se, pero quiero decir, ¿tendría vuelta atrás?

-En absoluto. ¿Está usted loca? Eso le mataría.

- No lo se...

- Cuando descubrimos la capacidad de intervenir en la memoria de las personas, encontramos la forma de hacer que esto fuese reversible, se trataba de desviar el acceso de los nervios al sector encargado de mantener los recuerdos activos para despues guardarlos en la memoria a largo plazo. Lo desviabamos, y era posible volver a activarlo.

- Eso quiero.


- Haga el favor de abandonar la sala ahora mismo. Estamos perdiendo el tiempo.

- ¿Por qué?

- En su momento no encontramos apenas casos que quisieran solucionarlo, pero este sistema, inicialmente utilizado por gente relacionada con el ámbito criminal, incluso familias de personal anteriormente tratado como criminal, pidieron borrar esos recuerdos, para poder tratarle con normalidad. Inicialmente utilizado únicamnte para eso, pasó a ser la comidilla de todo el mundo. "Olvidar lo malo", "Que chollo". Toda esa gente que había sufrido un millón de desengaños amorosos acudió a nosotros, y al encontrarse en plenas facultades y pasar las pruebas de nuestro equipo, fueron sometidos a un lavado de memoria. Pero quisieron volver a recordar. Llevamos a cabo una reestructuración del sistema en aproximadamente 150 personas.

- ¿Y qué pasó?


- Enloquecieron, entraron a formar parte de un estudio de investigación basado en la capacidad de asimilar de la mente humana. Y ha sido fráncamente horrible. Desear olvidar algo, puede ser producido por un conjunto de reacciones químicas, para que me entiendas, el amor y todo ese ideal romántico, no forma parte más que de un entramado de reacciones químicas entre endorfinas y cambios hormonales. Se crea una dependencia que una vez es controlada por nosotros, es considerado amor, cuando da la vuelta, es obsesión. Y esa obsesión, traducida podría entenderse como una adicción, un gran sindrome de abstinencia de la persona amada. Esas personas eran perfectamente capaces de reorganizar su organismo y dejar de sentirse morir por esa ausencia. Pero no se veían capaces, y no creían poder llegar a serlo. Por eso acudieron. Pero era débiles, no se dieron cuenta de que el proceso inverso, sería mucho menos soportable.

- No lo entiendo. Querían olvidar, olvidaron, y la vida les hizo arrepentirse, ¿qué tiene de malo?

- Creo que estás en la fase de deficiencia de endorfinas. Deberia medicarse a los enamorados. Mira, cuando uno sufre un desamor, cree que no hay nada peor, que es insuperable. Pero si la vida, una vez habiendo llevado a cabo un proceso exacto como la restauración de la memoria, hace que esa persona se adueñe de tus recuerdos de nuevo, y entras en razón, el proceso de vuelta atrás. Es insoportable. Asimilar que has jugado a ser un Frankestein, que te has cargado de tu mente a la persona amada. Te hace verte como un monstruo. Eso no se asimila nunca. ¿Eso quieres?


- Creo que se me hace tarde. Hablamos en otra ocasión.


Era el punto de partida de lo que yo misma podría definir como mi apocalipsis personal.

Tras años de angustia , simulando tener una vida de postal, madrugando poco para ir a trabajar de cara al público, sonreir, vender todo lo posible, en ocasiones mi alma. Y volver a casa con la sensación de no haber aportado nada, ni de haber compartido nada.

Esos paseos de casa al trabajo, del trabajo a la cafetería, etc... Se me hacían insoportables. Era un baile de masas, cuerpos que se chocan, que se tocan, pero no se sienten. Miradas que se cruzan, ojos que se miran, se fijan, se envidian, pero no se ven. Voces dirigidas a objetos de plástico de apenas 10 centímetros, que de vez en cuando emiten un sonido insoportable, el cual sólo se silencia cuando le hacemos caso.

Que horror. Que esclavitud.

Esos viajes ademas, se me hacian dolorosos fisicamente, mi trabajo me obligaba a ser lo que hoy en día los demás quieren ser, un referente. Tenía que, por un lado, despertar la curiosidad de las mujeres que acudían a mi a preguntarme si aqui vendian la ropa que yo llevaba. (Ropa retocada, evidentemente, pero eso los clientes no debian saberlo.)

Y por otro lado despertar la curiosidad sexual de los hombres, que más tarde acudirian con la excusa de comprar algo a su mujeres, o a pararse horas tras el escaparate.

Por si aún no lo he dicho, trabajo en una tienda de alta costura, entendiendo como tal, una de esas en las cuales se crea ropa para esas mujeres que al ser en gran parte, compañeras sentimentale de algún magnate de los negocios, necesitan buscar algo que demuestre que pertenecen a un nivel superior que el resto. Y ya que no pueden demostrarlo mediante algo personal, lo hacen con lo que visten.

En el fondo, si os digo la verdad, saltandome éticas profesionales, todas esas damas de alta cuna y baja cama, pecan de los mismos defectos que las demás. He sido testigo de manchas en lugares extraños, aunque en la tele parezcan barbyes, tienen pelos. Y aunque parezca increible, sudan, vaya que si sudan. El olor natural de estas mujeres apesta. Llevan años bañandose en colonias carísimas, en cremas brillantes de mediocridad, desayunan con diamantes y viven pendientes de una cuenta corriente.

Es frustrante sentir que formas parte de todo ese mobiliario y trajes de seda, satén y diversos tejidos caros e innombrables para la mayoria de la gente que pasa por esa tienda. Es más, creo que recuerdan más y con mayor detalle la expresión de la cara de la maniquí a la que visto y desvisto a diario, que la mía. Personas a las que no les importan las personas, sino lo que pueden conseguir con ellas, o a traves de ellas.

Creo que llegado a este punto, en el cual dejo de formar parte de las cosas, para verlas desde fuera, es cuando siento la horrible necesidad de hacer algo.

Tendría que hacerlo ya.

O alguien lo acabará haciendo por mi.

Y esto, sólo era el comienzo.

El día terminaba igual que empezaba, llegar a casa, y tirar la basura, a la misma que tiré otros mil panfletos publicitarios que a modo de oasis en el desierto me ofrecían lo que se supone que necesitaba. El remedio a problemas que aún ni siquiera sabía que tenía. A modo de teletienda cruel. ¿Ha ganado unos kilos de más? ¿Nota que se le cae más pelo que de costumbre? ¿Sufre de impotencia? ¿Desea mejorar sus relaciones sexuales? ¿Nota que su piel no es tan firme como cuando tenía 20 años?

En la tele siempre hay soluciones para todo creen, cuando en realidad nos venden el problema junto a la solución, pero de eso no nos damos cuenta. Caemos, somos perfectos yonkis de ese tipo de vida.

Yo encontré el problema y la solución en aquel panfleto: "Rectificar es de sabios", llamó mi atención. "Hay algo que desearía olvidar? Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad. Una ex pareja imposible de olvidar, una decepción con algún amigo, una muerte inesperada... Llámenos, nosotros no nos olvidamos de lo que de verdad es importante".

Hasta ese mismo instante probablemente ni me había planteado la opción, es más, no había analizado mi situación.

Pero me identifiqué, eso me hizo ir.

Desperté con ganas de romper con todo. Pensando que no podría ser peor.

Pero lo fue, el día terminó con un café de media noche, y un sentimiento extraño, cercano a la impotencia, aunque a la vez de satisfacción.

Más despierta que de costumbre.

Demasiado consciente.

Era extraño el no ser capaz de poner nombre a las cosas.

Era extraño sentir.

Yo sería capaz de asumirlo... eso y muchas más cosas.

Si, estoy segura, pero... necesitaría su ayuda.