miércoles, octubre 24

Ausencias presentes.







Fué increible, era como si de repente, al girar la cabeza por un extraño presentimiento, fueses a aparecer de la nada rompiendo toda lógica de tiempo y espacio, entrando por esa puerta. Sonreirme y por un segundo bajar la mirada para clavarla en el suelo, probablemente para no perder el equilibrio debido al vértigo del momento, después volver la vista arriba y buscar algo para fumar. Era como si de un momento a otro todo eso fuese normal, te acercarias a la barra y volvierias a sentarte a mi lado como si nada... Era como si de repente en el reflejo de cualquier espejo de ese bar, vería de medio lado tu sonrisa. Era una sensación extraña, nueva, te había echado de menos siempre, pero nunca te había sentido de forma tan extrañamente paranormal, y dura, pprque por mucho que te buscara, sabía que jamás te encontraría, pero seguía sintiendo tu presencia, me atormentaba. Aquel momento dejó de tener gracia cuando no podía ver nada más que tu reflejo, ni escuchar nada más que tu susurro, congelando mis sentidos y alejándome de todo lo demás. Mientras el resto del mundo se paralizaba, e incomprendía cada gesto. Mezclé gritos con alcohol, para no oirte, me arañé la piel hasta doler, para no sentirte. Pero aún así me tocabas. Dolía, tanto, que escapé de ese lugar sin pararme a mirar ni un sólo segundo hacia atrás, sin encontrar un sentido racional a todo eso que me estaba pasando. Sólo deseando escapar. Lejos, al menos por unos instantes lograba no sentirte, y respiraba...

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