jueves, octubre 25

Aprender.

Aprendieron a ver el mundo reflejado en los ojos del otro, a no tener que abrir la ventana ni salir a la calle para conocer mundo, adictos a lenguajes sin palabras. Él se hizo experto en pestañeos, cada noche esperaba a que ella se quedase dormida, para observarla durante horas, sentir su respiración, contaba como iban acelerando los pestañeos cuando el sueño le ganaba la batalla, y llegó a ser capaz de analizar el movimiento de sus parpados mientras ella volaba de un sueño a otro, diferenciaba entre sueños y pesadillas tan solo por el rictus de su cara. Ella siempre despertaba antes que él, para ser testigo y dueña cada amanecer de su primera mirada, siempre inocente y algo perdida, sabía el recorrido que hacían sus ojos en ese primer vistazo al mundo, abría los ojos inquieto, y al verla ahí, los volvía a cerrar, y sonreía, para abrirlos de nuevo y mostrar tranquilidad... Todos esos pequeños momentos los robaban y tiraban al fondo del mar del recuerdo, lejos, muy lejos de todo, incluso de ellos mismos, allí nadie podría robarles ese momento. Se cuenta que un día se equivocaron de (a)mar, les fallaron las fuerzas, y fué en esta ocasión el temible mar del olvido el que recibió esos momentos. Cuentan que enloquecieron, tanto... que una mañana fueron encontrados en la habitación esperanza, con las manos entrelazadas y los cuerpos enredados, con los ojos muy abiertos y la mirada clavada en la del otro, pero a la vez perdidas en la nada, un par de cuerpos sin latido, y unicamente unas sábanas como testigo. Cuentan que una mañana nadaron en el mar del olvido, en busca de todo lo que allí había perdido, y sin encontrar nada, sintieron tanto miedo, y tanto frío, que pactaron no dormir nunca más para así evitar caer en el mar del olvido del otro... Y así hicieron, cuentan que pasaron días, semanas, tal vez fueron meses, hay quien dice que mil años, o quizás tan sólo unos segundos fueron suficientes para darse cuenta de que no querían vivir sin ese sentir, uno segundos fueron suficientes para decidir volar a otra dimensión, lejos de todo, lejos del mar olvido...

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