viernes, marzo 6

Llach: La Revolta Permanent

Empezando el fin de semana, jodida y en la cama.


En fin, esto viene hoy con el periódico Público.






El 3 de marzo de 1976 en Vitoria, en el transcurso de una asamblea de trabajadores, la actuación de la policía causó cinco muertos y más de cien heridos de bala.
Esa misma noche, llevado por la rabia, Llach compuso la que sería una de las canciones más emblemáticas de la Transición: "Campanades a morts".

Ahora, treinta años después, Lluís Llach vuelve a Vitoria para interpretarla en un concierto multitudinario en recuerdo a las víctimas del 3 de marzo.

Un viaje en el espacio y en el tiempo conducido por la música y las palabras del propio Llach, en el que se mezclan recuerdos autobiográficos con imágenes y testimonios de los protagonistas de esos hechos.


Esta es la historia de una canción, el retrato de la persona que la escribió y la crónica de los hechos que la inspiraron.
Un grito y una exigencia de revuelta permanente contra el olvido.



Texto de la grabación policia del 3 de Marzo de 1976:


V-1 a Charlie. Cerca de la iglesia de San Francisco es donde más grupos se ven. ­Bien, enterados.

Charlie a J-1. Al parecer en la iglesia de San Francisco es donde más gente hay. ¿Qué hacemos? ­Si hay gente ¡a por ellos! ­¡Vamos a por ellos!».

«­J-1 a Charlie. Charlie, a ver si necesitas ahí a J-2. ­Envíalo para aquí para que cubra la espalda de la iglesia. ­J-3 a J-1 Estamos en la iglesia. ¿Entramos o qué hacemos? Cambio».

«...­Entonces lo que te interesa es que los cojan por detrás. ­Exacto».

«­J-1 a J-2 Haga lo que le había dicho (acudir en ayuda de Charlie a Zaramaga). ­Si me marcho de aquí, se me van a escapar de la iglesia. ­Charlie a J-1. Oye, no interesa que se vayan de ahí, porque se nos escapan de la iglesia. ­...Mándennos refuerzos, si no, no hacemos nada; si no, nos marchamos de aquí si no, vamos a tener que emplear las armas de fuego. ­Vamos a ver, ya envío para allí un Charlie. Entonces el Charlie que está, J-2 y J-3, desalojen la iglesia como sea. Cambio. ­No podemos desalojar, porque entonces, entonces ¡Está repleta de tíos! Repleta de tíos. Entonces por las afueras tenemos Rodeados de personal ¡Vamos a tener que emplear las armas! Cambio. ­Gasead la iglesia. Cambio. ­Interesa que vengan los Charlies, porque estamos rodeados de gente y al salir de la iglesia aquí va a ser un pataleo. Vamos a utilizar las armas. Seguro, además ¿eh? ­Charlie a J-1. ¿Ha llegado ya la orden de desalojo a la iglesia? ­Si, si la tiene J-3 y ya han procedido a desalojar porque tú no estabas allí. ­Muy bien, enterado. Y lástima que no estaba yo allí».

«Intento comunicar, pero nadie contesta. Deben estar en la iglesia peleándose como leones. ­¡J-3 para J-1! ¡J-3 para J-1! Manden fuerza para aquí. Ya hemos disparado más de dos mil tiros. ­¿Cómo está por ahí el asunto? ­Te puedes figurar, después de tirar más de mil tiros y romper la iglesia de San Francisco. Te puedes imaginar cómo está la calle y cómo está todo. ­¡Muchas gracias, eh! ¡Buen servicio! ­Dile a Salinas, que hemos contribuido a la paliza más grande de la historia. ­Aquí ha habido una masacre. Cambio. ­De acuerdo, de acuerdo. ­Pero de verdad una masacre».






Campanades a morts
fan un crit per la guerra
dels tres fills que han perdut
les tres campanes negres.

I el poble es recull
quan el lament s'acosta,
ja són tres penes més
que hem de dur a la memòria.

Campanades a morts
per les tres boques closes,
ai d'aquell trobador
que oblidés les tres notes!

Qui ha tallat tot l'alè
d'aquests cossos tan joves,
sense cap més tresor
que la raó dels que ploren?

Assassins de raons, de vides,
que mai no tingueu repòs en cap dels vostres dies
i que en la mort us persegueixin les nostres memòries.

Campanades a morts
fan un crit per la guerra
dels tres fills que han perdut
les tres campanes negres.


Traducida:

Campanadas a muertos
hacen un grito a la guerra
de los tres hijos que han perdido
las tres campanas negras.

Y el pueblo se refugia
cuando se acerca el lamento,
ya son tres penas más
que tenemos que guardar en la memoria...

Campanadas a muertos
por las tres bocas cerradas,
ay de aquel trovador
que olvide las tres notas!

Quién ha cortado el aliento
de estos cuerpos tan jóvenes,
que no tienen más tesoro
que la razón de los que lloran.

Asesinos de razones, de vidas,
que no podáis descansar en ninguno de vuestros días
y que nuestras memorias os persigan hasta la muerte.

Campanadas a muertos
hacen un grito a la guerra
de los tres hijos que han perdido
las tres campanas negras.


1 comentario:

Anonymous dijo...

Que panda de hijos de puta.