Es lo que nos ha tocado.
Y yo te quité tu vestido de deseos,
hice un pacto con el cielo infinito
bajo el suelo de hojas azules mientras
te preguntabas cómo se llamaba.
Yo acariciaba tu nombre y tú me disparabas
piedras al corazón pisando charcos.
Y nos bebimos la noche,
aquella botella duró
tanto como nuestros deseos
que nacieron muertos.
Y yo te quité tu vestido de secretos,
hice un pacto infinito con el suelo
bajo un cielo de hojas azules mientras
te preguntabas cómo me llamaba.
Yo acariciaba tu nombre y tú me disparabas
piedras al corazón pisando charcos.
Y nos bebimos la noche,
aquella botella duró
tanto como nuestros deseos
que nacieron muertos
o murieron recién nacidos,
como quieras decirlo.
Nuestros secretos
que nacieron muertos
o murieron recién nacidos,
como quieras decirlo,
como quieras decirlo,
nuestros deseos
que nacieron muertos.
Y yo te quité tu vestido de deseos,
y yo te quité tu vestido de secretos.
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